La industria del gas natural vive una transformación sin precedentes, debido a los adelantos tecnológicos que en materia de transporte han favorecido su comercialización en un mercado global más desregulado en su cadena de valor. Una vez extraído el gas natural del yacimiento, es necesario procesarlo para que pueda ser transportado y comercializado.
Por un lado, tanto para el transporte y distribución como para la comercialización del gas natural deben cumplirse estándares de seguridad y calidad en las infraestructuras y en los puntos de entrega como es el filtrado de impurezas o que tenga un determinado poder calorífico.
Es previsible que su transacción llegará ser tan fluida como es hoy la del petróleo, debido a que cada vez es más fácil llevarlo desde los yacimientos hasta los grandes centros consumidores como gas natural licuado (GNL) por medio de buquestanque.